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domingo, 17 de febrero de 2013

Referéndum por la unidad de Irlanda

Por la unidad de Irlanda: dejemos que el pueblo decida
Gerry Adams


A chairde Gael, táim fíor buíoch díbh ar fad as ucht teacht anseo inniu[Estimados amigos, me complace que hayáis venido hoy.]
Tá sé deacair a chreidiúint ar an Cháisc seo, go bhfuil cúig bliana déag imithe ó déanadh Comhaontú Aoine an Chéasta. [Es difícil de creer, pero esta Pascua se cumplirán 15 años del Acuerdo de Viernes Santo.]
Esta Pascua marca el 15º aniversario del Acuerdo de Viernes Santo.
En aquellas negociaciones el Sinn Féin consiguió que se retirase la Ley de Gobierno de Irlanda, con la cual los británicos reclamaban la jurisdicción sobre una parte de Irlanda.
En su lugar, tras el Acuerdo de Viernes Santo se reconoció –cito– “que únicamente al pueblo de la isla de Irlanda, por acuerdo entre las dos partes respectivamente y sin impedimento externo, corresponde ejercer el derecho a la autodeterminación sobre la base del consenso, libre y simultáneo, en el Norte y en el Sur, de la que resultaría una Irlanda unida, si ése es su deseo, aceptando que este derecho debe conseguirse y ejercerse con y sujeto al consentimiento de la mayoría de la población” en el norte de Irlanda.
El Acuerdo de Viernes Santo también obliga al gobierno británico a llevar a cabo un referendo y a Londres a efectuar los pasos legislativos necesarios para una Irlanda unida, si una mayoría de los votantes expresa el deseo de que el Norte deje de ser parte del Reino Unido.
Por supuesto, ni el gobierno británico ni el irlandés tienen ninguna intención de llevar a cabo un referendo a ambos lados de la frontera en este momento.
Nuestro objetivo es cambiar esto.
Tá sé mar aidhm againn é seo a athrú. [Nuestro objetivo es cambiar esto.]
Es momento de que los gobiernos fijen una fecha.
El Sinn Féin está abierto a sugerencias sobre el establecimiento de la fecha.
Con todo, trataremos que el referendo tenga lugar durante la siguiente legislatura de la Asamblea y de Oireachtas [el Parlamento Nacional irlandés, N.T.].
Nuestro objetivo tras esta conferencia debe ser, pues, conseguir el apoyo popular para que se fije esa fecha.
Pero más importante todavía, tenemos que garantizar que haya los suficientes votos afirmativos a ambos lados de la frontera en el referendo.
Creidim gur féidir linn é seo a dhéanamh. [Creo que podemos hacerlo.]
El Acuerdo de Viernes Santo proporciona un proceso pacífico y democrático para facilitar y acompañar el cambio.
También creo que el debate sobre el referendo también proporcionará una oportunidad única para un debate histórico sobre la forma y dirección que ha de tomar esta isla en el futuro.
Sinn Féin is ea Páirtí poblachtánach bródúil na hÉireann. [El Sinn Féin es un partido orgullosamente republicano en Irlanda.]
Queremos vivir en una nueva república, en una verdadera república. No somos los únicos.
La política de esta isla vive un momento de transición.
Las actitudes sociales están cambiando como consecuencia del proceso de paz y las recientes revelaciones de casos de corrupción, la crisis económica y las políticas de austeridad de los sucesivos gobiernos conservadores en este estado. 
El Sinn Féin está dando lo mejor de sí para implicar a estos sectores de la sociedad que son parte de esta transición.
Queremos aprender de estas tendencias y participar en ellas.
Hemos convocado con éxito una serie conferencias y consultas y continuaremos haciéndolo.
Reconocidos economistas, empresarios y sindicalistas han participado junto a veteranos políticos unionistas en ellas.
También organizamos conferencias en los Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña con el fin de llegar a la diáspora irlandesa y a nuestros potenciales aliados en aquellos lugares.
El siguiente paso es un referendo transfronterizo.

Un paisaje político cambiante
Es un hecho innegable que la partición en esta isla ha sido en detrimento de la mayoría de la población que vive en ella, independientemente de sus puntos de vista religiosos o políticos.
Los costes adicionales e innecesarios de gestionar dos estados y economías en competición en una isla de nuestro tamaño; las ineficiencias en la duplicación de servicios públicos esenciales, como la sanidad y la educación, la energía y la agricultura; todo eso en relación a una población relativamente pequeña, han socavado nuestra habilidad, como pueblo insular, de maximizar nuestro potencial económico, crear empleo y generar prosperidad.
La partición ha creado así dos estados conservadores en la isla.
En el Sur este gobierno se caracterizó por el fracaso económico, la emigración y la corrupción en los círculos áureos de la política y los negocios.
En el Norte condujo a la discriminación institucionalizada y estructural y al sectarismo, y a nueve décadas de división y conflicto.
El sectarismo tiene que ser erradicado. No puede ser tolerado.
Necesitamos iniciativas y una pedagogía para entender sus causas y suprimirlo.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de pequeñas minorías de aferrarse al pasado, la paz y los procesos políticos han permitido a una generación entera vivir en condiciones relativamente pacíficas.  
Una consecuencia de este hecho es que la geografía política del Norte está cambiando.
El estado del Norte fue fabricado para permitir una mayoría unionista permanente de dos tercios.
Tres de los nueve condados del Ulster fueron marginados para garantizar este fin.
Margaret Thatcher declaró en una ocasión, célebre y erróneamente, que el Norte era tan británico como Finchley.
Pero los datos del censo publicados en diciembre revelan que sólo el 40% de los ciudadanos del Norte afirman sentirse exclusivamente británicos.
Una cuarta parte (el 25%) afirmó que se sentía sólo irlandés y más de una quinta parte (el 21%) afirmó sentirse exclusivamente norirlandés.
Eso quiere decir que el 46% de los ciudadanos opta por alguna forma de identidad irlandesa.
Los estadistas y políticos discutirán sobre los significados de este hecho.
Pero lo que es cierto es que el paisaje políticoy demográfico del Norte está cambiando.

Protegiendo identidades y tradiciones
Todo esto habla en favor de un cambio en la aproximación del Sinn Féin hacia aquellos que son unionistas o que en una ocasión se describieron a sí mismos como tales, y un mayor foco en nuestro compromiso con ellos.
Este trabajo ha estado teniendo lugar ya desde hace unos años.
Tá tús curtha leis an obair. [El trabajo ha comenzado.]
Pero tenemos que hacer más.
Los republicamos buscamos un proceso de diálogo proactivo.
Queremos oír lo que los unionistas tienen que decir.
Tenemos que utilizar cada oportunidad a nuestro alcance para dialogar a nivel personal así como en canales más formales.
El Sinn Féin también ha de explicar detalladamente y de un modo explícito y sin ambages los valores centrales que dan forma a nuestra visión de una nueva Irlanda, de una Irlanda inclusiva.
Valores que protejan a todos los ciudadanos, incluyendo la protección rigurosa e inequívoca de todas las identidades y tradiciones.
Como el Acuerdo de Viernes Santos, nosotros defendemos “los principios de pleno respeto e igualdad para los derechos civiles, políticos, sociales y culturales, para todos los ciudadanos, libres de toda discriminación, así como de respeto mutuo y un trato justo e igual para la identidad, el ethos y las aspiraciones de ambas comunidades...
El Acuerdo también garantiza que, en caso de llegarse a una Irlanda unida, el derecho de aquellos que se definen a sí mismos como británicos no se verá afectado.
Hemos de expresar esta postura con claridad.

Las subvenciones británicas
También hay una dimensión económica clara.
El primer argumento de los líderes unionistas que hablaron en nuestras reuniones fue afirmar casi siempre que el Norte no sobreviviría sin la ayuda de las subvenciones británicas.
Esta cantidad se ha estimado en unos 9.000 ó 10.500 millones de libras esterlinas.
También se ha afirmado que el Sur no podría resistir esta carga financiera.
El argumento de las subvenciones es profundamente falso y conocemos los hechos que así lo demuestran.
El Tesoro Británico calcula que los gastos vinculados al Norte son de 32.200 millones de libras esterlinas anuales.
Esto comprende 5.700 millones de gasto que incluyen 3.200 millones destinados al Ejército británico y la guerra en Afganistán; la deuda británica; y los funcionarios británicos; y 1.500 millones destinados al mantenimiento de los funcionarios británicos en Whitehall, pensiones para los veteranos de guerra, los viajes de la familia real y sus palacios, museos militares, etcétera.
En la North Ireland Office (NIO) se gastan en realidad menos millones.
Así, el monto actual que el Gobierno británico destina al Norte es de 17.500 millones.
El Departamento de Finanzas y Personal ha estimado los ingresos en el Norte en 12.700 millones de libras.
La verdadera brecha, en consecuencia, entre lo que los británicos realmente destinan y lo que se ingresa en el Norte es de 4.800 millones de libras.
Pero el gobierno británico no quiere revelar cuántos ingresos percibe del Norte.
Níl rialtas na Breataine ag tabhairt aon eolas cruinn agus fírinneach dúinn ar chúrsaí airgeadais. [El Gobierno británico no nos proporciona información financiera veraz y precisa.]
Quien quiera establecer una cifra sólo puede apoyarse en las estimaciones del Departamento de Finanzas y Personal.
Estas estimaciones contienen errores significativos. Por ejemplo, la cantidad que los británicos ingresaron de los impuestos a las tiendas y negocios que operan en el Norte pero que tienen sus sedes en Inglaterra o la cantidad de IVA generada en las compras en estas tiendas.
Así pues, la diferencia real entre lo que se ingresa y lo que se destina ha de ser necesariamente menor a los 4.800 millones de libras que identificamos. 
Cuanto más investigamos sobre esta cuestión, más convencido estoy de que más fuerza tomará el argumento económico en favor de la unidad.

La unidad es buena para el empleo y para el crecimiento
Los republicanos creen que la partición ha afectado negativamente al pueblo de esta isla y a nuestra economía.
Ha afectado a las inversiones. Ha afectado al crecimiento. Ha afectado al empleo.
Una economía planificada única para la isla sería buena para nuestra prosperidad; buena para el empleo; buena para las inversiones.
Beneficiaría a todo el mundo. Juntos significa también más fuertes.
La mayor cooperación, la armonización y la unidad transformarían el paisaje económico y político de esta isla. 
Imagínense los beneficios financieros que existirían si contáramos con un mismo sistema educativo, un mismo sistema médico, una misma red energética y las mismas prácticas de inversión en toda la isla.
Imagínense una sola economía, no dos economía con dos tasas diferentes de IVA, dos tipos de impuestos, dos tipos de impuestos especiales, dos monedas. 
Imagínense la mejora que supondría para los ciudadanos si existiera un Plan de recuperación económico para toda Irlanda que fuera capaz de generar prosperidad y un crecimiento económico sostenible.
Imagínense que la “marca Irlanda” se utilizase creativamente para aumentar nuestras exportaciones y crear empleo.
Todas estas cosas y más son posibles.
Seo cúis dóchas – go bhfuil na rudaí seo ar fad indéanta. [Esto nos aporta esperanzas, todas estas cosas son posibles.]

Dejemos que el pueblo decida
Chairde [Amigos], una nueva Irlanda puede ser aquello que nosotros queramos que sea.
Tá sé suas chugainne. [Es cosa nuestra.]
El referendo es un elemento clave.
Proporciona una oportunidad para centrarnos en el futuro, para construir una nueva Irlanda, una Irlanda moderna y dinámica, en la cual la reconciliación sea genuina, y de la cual pueda surgir una sociedad más igualitaria.
La unidad irlandesa tiene sentido.
Eire aontaithe, déanann sé ciall. [La unidad irlandesa tiene sentido.]
Tiene sentido político.
Tiene sentido económico.
Es en beneficio del pueblo de estas islas.
El Acuerdo de Viernes Santo proporciona una ruta legal pacífica y democrática hacia la unidad irlandesa.
El referendo a ambos lados da la frontera es el medio.
¡Dejemos que la gente lo decida!
Las dinámicas cambiantes de la economía y la demografía hacen que la unidad irlandesa sea un objetivo realizable, factible y real.
Será sin duda un desafío.
Gan dabht, beidh sé dúshlánach. [Será sin duda un desafío.]
Habrá quienes digan que es imposible.
El Sinn Féin es un movimiento de realistas.
No subestimamos los desafíos que nos aguardan, pero sabemos que nada es imposible.
Así, recordemos que muchos que rechazaron nuestro plan también dijeron que nunca existiría un proceso de paz, un alto el fuego, una policía que patrullase sin armas de fuego, y que Ian Paisley y el DUP nunca compartirían el poder con nacionalistas y republicanos. Y todas estas cosas acabaron ocurriendo.
Níl aon rud dodhéanta má chuirimid chuige agus aghaidh a thabhairt air.[Nada es imposible si trabajamos en ello.]
Wolfe Tone, padre del republicanismo irlandés, un protestante, capturó el espíritu de lo que los republicanos irlandeses de esta generación tratan de conseguir cuando escribió que “el peso de la influencia inglesa en el gobierno de este país es tan grande como para requerir una unión cordial entre todo el pueblo de Irlanda.
Ése es nuestro objetivo: una Irlanda unida y libre, una unión cordial entre los pueblos de esta isla.
Ha llegado el momento para el debate.
Ha llegado el momento para la fecha.
Ha llegado el momento para un referendo.

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